Por su aspecto podría ser cualquier padre de familia norteamericano. Cuarentón, con una barriga made in USA y cara de ir a ver los partidos de basket de su hijo los fines de semana. Y cuando comienza su espectáculo, todo parece indicar que van a ir por ahí los tiros. Pero no. Louis CK es otra cosa.
Es un estratega de la comedia. Tras unos gags iniciales en los que te atrapan, consigue que empatices con él como si fuera tu cuñado. Cuando ya estás de su lado, empieza un festival de humor inteligente en el que trata temas como el racismo, la obesidad de los estadounidenses, el maltrato animal o la muerte.
Iggy me habló más sobre la figura de este humorista. El tipo, además de sobresaliente guionista, es un currante nato. Cada año graba un especial de una hora. Sesenta minutos nuevos de texto brutal cada año. La ambición de todo cómico.
Un vídeo de este crack analizando su situación económica.